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Parte 4: Diario sobre un viaje en Interrail. Schaffhausen – Final

Schaffhausen

Nuestra destino era Schaffhausen en Suiza y aquí si que íbamos con la intención de no ver la ciudad, como Hector(otra vez) vivió en Australia con un chico de Suiza, pues nos invitaron a una barbacoa en su casa y esa noche era para romperse, para salir de fiesta y darlo todo, por lo que nosotros ya llevábamos una caja de 20 Paulaners versión Oktoberfest, nos costo unos 12 euros la caja.

Una vez llegamos a la estación nos vinieron a buscar en un Subaru impreza que nos llevo las mochilas y el otro coche donde nos montamos se le soltó el tubo de escape y también la ventanilla se le atasco.

Ya por fin llegamos a la barbacoa con una cuadrilla de chavales que solo uno hablaba ingles y el resto Alemán, estábamos en igualdad de condiciones, aun con esta diferencia toda la noche nos entendíamos sin problemas.

Después de cenar y echar varias cervezas algunos se fueron a casa y otros salimos de fiesta, llegando a un lugar donde había una orquesta en directo, me acuerdo de estar hablando con una chica de allí que hablaba Español que aprendió en chile, de el ciego que llevaba empezó a vencerse un poco hacia delante, perdió el equilibrio y se pego una ostia de frente, los Suizos que nos acompañaron se quedaron flipando, la pobre chica se fue avergonzada.

Bueno pasada la noche, un taxi nos llevo durante 20 minutos hasta una casa enorme perdida en un monte en Suiza donde vivía el amigo de Hector, hay es donde dormimos, al día siguiente era un regalo asomarse por la ventana y ver todas esas montañas tan verdes y todo campo. Conocimos a la madre de nuestro anfitrión y se disgusto porque ya nos íbamos sin quedarnos a comer, nos llevaron en el Subaru impreza hasta la estación de tren y ya nos despedimos, una gente que me pareció súper simpática, pero tocaba ir hasta Venecia, Italia nuestro ultimo país.

Venecia

Después de mas de 9 horas de viaje y terminarme un libro, “Dioses menores” recomendadísimo, por fin llegamos a nuestro destino, Venecia una ciudad que tenia que visitar si o si, siempre me llamo la atención a pesar de que gente me había hablado mal por la masificación, ya era de noche y estábamos en la zona de Mestre en Venecia, aquí dejaríamos los hostales para dormir en un camping, un camping con bastante gente joven, bar y musiquilla, parece raro, pero seguramente sea el sitio donde mas frío he pasado durmiendo, eso si dormir en el camping nos salió por unos 13 euros la noche.

Ya con un nuevo día lo primero que hicimos, sin pensarlo fue ir a isla de Venecia y que decir, la ciudad, todo es precioso los canales, esas fachadas ya comidas por el tiempo, todos los colores en ese laberinto de casas, pero con una pega, todo esta lleno exageradamente de turistas, igual que pasaba en brujas y eso le quita mucho encanto porque todo lo que ves esta por y para los turistas…

Todo el día lo pasamos andando por esa ciudad, por el puente de Rialto, la plaza de San Marcos, el puente de los suspiros, un descanso con una birra Moreti a la orilla de un canal, nos llegamos a perder en una zona que por extraño que pareciera, no había ni un turista a la vista, y por que no decirlo, ni un alma viva por allí. Ya re ubicados otra vez, fuimos a comer a la orilla de un canal, una pizza cutre de 6 euros, todo es CARISIMO. Comiendo conocimos a una chica que vivía en Los Angeles, nos acompaño el resto del día, la chica parecía que tenia escarcha en las venas, hablaba y se movía superlento, me ponía un poco de los nervios.

Ya anocheciendo en la bella Venecia nos tocaba volver al loco camping, teníamos para una noche mas pero decidimos cancelar e irnos ya de mañana a el siguiente destino, de mientras… ¿Que hacer en un camping en medio de la nada a la noche? pues comprar una tonelada de bolsas de patatas y demás mierda, y una cantidad inhumana de cerveza, para pasar la noche en una mesa sentados y divagando de la vida.

Florencia:

Ya notábamos que el viaje terminaba y sentíamos la nostalgia de todo lo pasado, pero bueno, aunque por poco, esto aun no había terminado, de camino a Milán, que mejor sitio para pasar el día y comer que Florencia, en la estación se me jodió la pantaloneta por detrás, así que fui casi todo el rato con el culo casi al aire.

Prácticamente, nada mas salir de la estación al andar un poco, ya estábamos frente de la basílica Santa Maria del Fiore, impacta mucho mas que en fotos, que mejor vista que esta para tirarnos hay mismo en el suelo a lo loco como un sin techo y comer otro cutre sándwich de salami y queso en mitad de la calle.

Al terminar de comer, dimos una vuelta por las calles de Florencia con un helado en la mano, visitamos los monumentos y sitios mas conocidos, era gracioso ver como Munich tenia un par de edificios copiados de Florencia tal y como nos contó el guía e Múnich.

Llegamos al puente viejo con sus impresionantes vistas, aun mas cuando lo ves desde lejos con todas esas ventanas, nuestro objetivo era buscar un parque para descansar… tarea dificilísima el encontrar en Florencia un parque que no este cerrado y tengas que pagar para entrar, pero al final lo encontramos, nos sentamos y al rato unos abuelos que vivían allí nos empezaron a dar conversación, uno de ellos había vivido en España, super simpático, nos enseñaron una tienda donde comprar cerveza, y hay estábamos charlando con ellos y con una litrona de birra Moreti en mano.

Tengo que decir que me encanta ese tono, ese color que cumbre todo Florencia y sus calles y la hace única, me gusto incluso mas que Venecia. Ya volvimos a la estación a coger nuestro ultimo tren del interrail, con destino Milán.

Sin duda en Italia es donde mas cuidado hay que tener con los trenes, intentaran a toda costa que tengas reserva aunque te montes en el regional.

 

Milán

El hostel que teníamos en Milán era bastante peculiar, una casa vieja en el barrio chino que parecía bastante pobre, y ya no es que nos dieran habitación para los 3 solos, es que creo que eramos los únicos inquilinos, las duchas eran duchas normales, pero tenían de pega echo con plastiquete todo grifos y botones para aparentar ser una ducha de hidromasaje, aun así en el hostal se estaba de lujo, y había un perrete simpático que jugaba siempre con nosotros y cuando veníamos de la calle, nos esperaba en la puerta. Bueno el primer día como ya era de noche solo pudimos ver un poco el centro de la ciudad, el Duomo y a dormir a el hostal.

Nuevo día y tocaba ver la ciudad de la moda, visitando varias tiendas de Ropa, que mas que tiendas, eso parecía catedrales, vimos el Duomo por dentro y después desde el ático de un centro comercial vimos los tejados de la ciudad. En ese centro comercial vendían una botella de agua por 300 euros… Agua barata. Era la hora de comer y yo quería pues lo clásico en Italia, pasta y pizza, encontramos un restaurante barato y cojonudo, se llenaba de oficinistas y gente con traje a la hora de comer, unos macarrones con una crema de leche y jamón me dieron gloria.

Después de comer, como ya era tradición fuimos a el parque Sempione a echar la siesta, no sin antes ver ver el castillo que hay en ese parque pegado, había actividades medievales como tiro con arco, mercadillos y otros juegos. A la tarde otra vueltica por la ciudad y tantear un poco la noche por Milán, un parque donde todo el mundo bebía en el suelo y al igual que en mi ciudad, siempre hay algún anciano borracho haciendo su numerito

Al día siguiente, después de una noche loca de patatas fritas y cervezas en la habitación, ya no sabíamos que ver, ya habíamos visitado todos los puntos importantes que nos marcaron en el mapa y estábamos viendo la universidad de Milán y teniendo una tranquila charla, como idea ya por ver algo mas, fuimos a ver el cementerio de Milán, muy bonitas y curiosas estatuas, aunque nunca me imagine visitando un sitio de estos durante el viaje.

Como no, para comer volvimos a el restaurante Italiano de el día anterior, una pizza tremenda y como curiosidad de cerveza te ponían San Miguel, ya con la panza llena volvimos a el hostal ya que a nuestro amigo Hector le entro fiebre, mientras Sergio y yo buscamos un supermercado, cosa difícil, ya que todo lo que había en esa zona eran tiendas de comida china y productos chinos.

Ya teníamos la cena, cervezas y una botella de ginebra… esa noche salimos, aunque sin mucho éxito, un bar en el parque Sempione paso de 20 personas a estar solo nosotros, al salir del parque nos cerraron las vallas, en nuestro estado embriagado conseguimos saltarlas, volvimos a la plaza que vimos donde la gente hacia botellon, conocimos a dos italianos con los que fuimos de fiesta, pero como no había mucho ambiente, nos volvimos al Hostel y de esta forma termino nuestra ultima noche de interrail.

 

Final de el viaje:

El siguiente día ya fue coger el vuelo de vuelta a Zaragoza, con sentimiento de haber terminado una aventura de casi un mes, me empezaron a pasar por mi cabeza todos los sitios que había visitado y que aun tenia que asimilar, toda la gente conocida(Espero que los sevillanos vengan en sanfermines), no me hacia a la idea de dejar todo esto y volver otra vez a la rutina, saber que tras levantarme al día siguiente no iba a volver a coger otro tren y conocer otra ciudad completamente nueva, por supuesto lo mas importante, saber que me separaría de mis compañeros de viaje con los que el ultimo mes no nos separábamos ni un segundo, lo justo para ir al baño.

Se que hasta que no vuelva a hacer un viaje como este viviré de mientras de estos recuerdos y este cumulo de experiencias, pero sea como sea seguro que haré otro viaje así o mas grande, mi primer interrail y desde luego una experiencia que tendría que vivir todo el mundo o por lo menos un viaje similar.

 

Diario Parte 1: >Ver< 

Diario Parte 2: >Ver<

Diario Parte 3: >Ver<

Diario Parte 4: >Ver<

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